5.JUN.11 - POS.- 31 29 00 N 40 02 00 W TIME 20:00 UTC

En navegación, entre Antigua y Horta (Azores). Ustedes lo estaban esperando, nosotros también. El día 4 de junio
del Como ya decíamos ayer, tuvimos un día completamente encapotado, y
con lluvia constante, de mayor o menor intensidad. Empieza la rueda a las 23:00
horas UTC, y después de Ángelo y el Bravo 1, pasamos nuestros datos a Rafael. Le
contamos que ya vamos a vela, se nota nuestra alegría. Fuera ya ha empezado la primera guardia, de Juan y Caula. Después de
12 días en el mar, vuelve el primer ciclo de parejas. Empieza a llover con
fuerza. Tenemos que cerrar la puerta del tambucho, pues entra agua con alegría.
Juan lleva un traje de agua en condiciones. Caula, por aquello del equipaje en
avión, lleva un traje ligero, y la verdad es se está calando a conciencia. Cuando
acabo la rueda, abro ligeramente el tambucho, y veo que arrecia con ganas. Es
absurdo permanecer en bañera con estas condiciones. Marco guardias en la mesa
de cartas, controlando Radar y AIS, y salidas cada media hora a inspeccionar
desde la bañera. Quitamos todo el trapo menos un pequeño triangulo de mayor. Cuando
nos estamos preparando para el cambio de guardia, lo que tiene cierta
dificultad con los movimientos del barco, Juan me comenta que el barco va a más
de 8 nudos, y hemos tenido viento de 30 nudos, y alguna racha por encima de 40.
Menos más que habíamos quitado todo el trapo. Y así permanecemos toda la noche. No deja de llover hasta las 05:00
UTC. El barco ha quedado baldeado de verdad. Cuando empieza a amanecer,
reponemos combustible, e intentamos apagar motor, pero vemos que con los
escasos 10 nudos de popa, y algo de ola que ha quedado, nos movemos sobre los 3
nudos, y lo peor, las velas gualdrapean bastante. Cunde un poco la desesperación,
pero es lo que nos manda el mar: seguimos a motor. Nosotros que nos las veíamos
tan felices. Y así hemos seguido hasta las 18:00 UTC, en que el viento nos ha
rolado un poco a SSE, y ha aumentado a los 15 nudos. Y aquí estoy, por fin,
sentado en la mesa de cartas, con el arrullo del mar, y la música de Keane
(petición especial de Juan) mientras escribo estas torpes palabras. Como me dice
Caula desde su litera de marinero, “pa llorar” Hoy libraba Caula, y primero ha trabajado a destajo el barco, después
de la noche movidita. Por supuesto ha elegido su menú: espinacas rehogadas con
ajo y un toque de vinagre, y chipirones encebollados (precocinados) con arroz
blanco. Más que bueno. De postre, melocotón en almíbar con anta. Él se ha
tomado una copa de ratafía. Se la merecía de sobra. Y se agradece poder volver
a comer en la bañera. |