En navegación, entre Cádiz y Rabat (Marruecos).

Estuvimos viendo los pronósticos durante los dos últimos días, y nos daban una situación de Levante (viento del Este) entablado en el estrecho, muy focalizado en la Zona, pero que se iba abriendo un poco hacia el cabo San Vicente y hacia Marruecos en cuanto se ganaba oeste. En algunos casos, llegaba a fuerza 7/8.

Así que una vez más, las “3D” del navegante: duda, decisión y destino.

No podíamos quedarnos en Puerto América, pues empezaba una regata y nuestro amarre debía quedar libre, nos habíamos comprometido. Tampoco era coherente intentar pasar cerca del Estrecho rumbo sur con Levante de fuerza 7. Planteamos una tercera opción, hacer oeste, para ver si viramos a sur en caso de que nos permitiera, o para ir directamente a Madeira y de ahí a Canarias. Votamos, y decidimos ir hacia Madeira.

Así que según nuestro afamado plan, el lunes 26, a las 10:00, enfilamos la bocana del puerto de Cádiz, y después de pasar las diferentes balizas y bajos, damos rumbo 247º, directo a Funchal (Madeira).

El día transcurre placidamente. Hay poco viento, de popa, por lo que vamos a motor. Pescamos un par de melvas, pero directamente las devolvemos al mar (que “gourmets” nos hemos vuelto).

Siempre es duro navegar a motor, con cierta calma, cuando teóricamente hay “temporal” en la zona a la que deberíamos ir. Y surge alguna duda. Al fin y al cabo, la meteorología ha mejorado mucho, pero no es una ciencia exacta. Volvemos a repasar los pronósticos, y vemos que la tendencia hacia Madeira es a menos, así que parece que no tenemos autonomía suficiente, aun con los tanques extras que llevamos.

Volvemos a votar, y no sin cierta controversia (y preferencias personales de por medio) decidimos ir al sur, hacia Rabat o Mohamedia (cerca de Casablanca). Sabemos que todavía tendremos algo de mar y viento de Levante (de través puro), pero parece mejor perspectiva que 4 días a motor. Ya veremos.