En navegación, entre Marina Rubicón (Lanzarote) y Marina Sansouci (Santo Domingo, Republica Dominicana)

Pues fue que no. Sobre las 21:30 horas el viento sube de intensidad hasta los 20 nudos, y el piloto empieza a tener algunos problemas para llevar el barco, yéndose de orzada un par de veces. Tiramos de braza y de barber para intentar aplanarlo y que cargue menos, pero no hay gran diferencia. Antonio lo coge a mano y nota que en algunas surfeadas cuesta realmente llevarlo, así que no hay duda: spi abajo. Movilización general. Luz de cubierta. Arneses. Toño y yo hacemos proa y palo. Mañas a tirar de puño de escota para meter el spi a la cabina. Caula al piano. Font a soltar escota. Y Antonio a la rueda y soltar braza. Esta vez casi toca un poco el agua, pero la maniobra sale muy bien.

Con génova al 70% solo perdemos un nudo, y el barco va mucho más estable. Perfecto para la noche. De 20:00 a 24:00 estamos una vez más de guardia José Mª Peracuala y yo. A las 22:00 gobernamos a mano, es la hora en la que Antonio intenta hablar con la Rueda, y el piloto (y casi todos los instrumentos electrónicos) interfieren con la BLU. A los dos minutos nos dice que podemos poner piloto, que no hay manera.

Vamos haciendo un rumbo 210º, a una velocidad de 6,5 nudos. A las 24:00 horas, cambio de guardia. Entran Toño y Mañas. Bastante trafico de mercantes por babor y estribor. A las 04:00 vuelvo a entrar yo, esta vez con el Sr. Font. Como el barco lleva varias horas en la misma situación, decidimos hacer una hora cada uno, y el otro durmiendo en bañera, y de paso practicando pilates, pues las posturas son para verlas.

A las 09:45, y con un viento NNE, trasluchámos, y por fin empezamos a hacer rumbo bastante directo a Santo Domingo. Recibimos algún mensaje sorprendidos por nuestro rumbo tan sur, pero esa suele ser la estrategia. De hecho, la ortodoxia dice que al menos hay que bajar hasta los 18ºN de latitud, pues el alisio se entabla bien a partir de esa zona, y por encima es más inestable, con opciones de calmas y vientos cambiantes. Nosotros, que somos gente seria, hemos analizado las rutas de los barcos mejor clasificados de otros años y de la ARC, y vemos que la mayoría no bajó tanto. Además este año vamos a Santo Domingo, que está 4 grados más arriba de Santa Lucía / Martinica. Así que la estrategia por ahora es clara, ganar oeste, sin perder un poco de componente sur (entre el 240 y el 260) siempre que el viento nos lo permita… y en eso estamos hoy.

Hemos recibido las clasificaciones al paso por Marina Rubicón, y aunque nos alegramos por el tercero en tiempo real, nuestro rating nos penaliza hasta el quinto. Nos han pasado el Acrobat y el Cinc LLunes. Caula tuerce un poco el gesto, se nota claramente que es persona competitiva. Todos trabajaremos para mejorar, pero tenemos claro que hay que combinar una buena marcha con una marcha cómoda.

Y de comodidad, no nos podemos quejar. Hoy Caula se ha esmerado para premio. Ya lo decía, es competitivo,  en la vertiente más sana de la palabra. Para empezar, hemos desayunado unos “bikinis” con emmental y tomate, zumo de naranja y café. Luego, como si nuestra dieta no fuera suficiente, ha decidido instaurar el “vermouth” de las 12:00, con fuet, mejillones y tostas con pate. Para comer, coliflor y patata rehogada con ajos, filete de ternera a la plancha con mostaza en grano, y “ensalada ilustrada” con vinagreta japonesa a las finas hierbas. De postre, frutas en almíbar con nata. Desde la bañera se han oído los aplausos.

Y poco más. Un día para firmar, y repetir.